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SALUD 360º
La fisioterapia neurológica es la disciplina que se encarga de la rehabilitación de pacientes con alteraciones de la función, el movimiento y el control postural debido a una lesión del sistema nervioso central o periférico. Nuestro objetivo es lograr la mayor autonomía del paciente y desarrollar su máximo potencial de recuperación.
Con la fisioterapia neurológica mejoramos y trabajamos:
– La espasticidad y la rigidez
– Las alteraciones de la sensibilidad, el equilibrio y la coordinación para recuperar la marcha y el equilibrio en bipedestación.
– Las transferencias posturales y el uso de los brazos y las manos abordando cualquier clase de hombro doloroso.
La fisioterapia neurológica abarca la rehabilitación de distintas patologías: Tratamiento del Daño Cerebral Adquirido (ictus, traumatismo craneoencefálico, rehabilitación de la anoxia cerebral) y otras enfermedades como la esclerosis múltiple, el Parkinson o Alzheimer.
El Ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. También se le conoce como Accidente Cerebro Vascular (AVC), embolia o trombosis. Se produce por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo. La sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria y, como consecuencia, las células nerviosas no reciben oxígeno y dejan de funcionar.
Existen dos tipos de ictus:
- Ictus hemorrágico (15%), en el que se produce un sangrado dentro del cerebro (12% hemorragias intracerebrales y 3% hemorragias subaracnoideas)
- Ictus isquémico (el 85% restante) en el que un coágulo ocluye las arterias, impidiendo el flujo normal de sangre.
El ictus es una enfermedad de muy alta prevalencia e impacto en la sociedad. Puede aparecer a cualquier edad, pero lo hace más frecuentemente en la edad avanzada. En España, ocurre un caso cada 6 minutos, siendo la primera causa de discapacidad. Además, es la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en la población mundial (10% de la mortalidad global). En el hombre, constituye la tercera, tras la cardiopatía isquémica y el cáncer de pulmón.
El proceso de rehabilitación está indicado ante ACV estables o establecidos y se ha de iniciar de forma precoz. Se considera ACV estable si la clínica permanece sin cambios más de 24 horas para los de territorio carotídeo y más de 72 horas para los vertebrobasilares. El ACV establecido o permanente se considera a las tres semanas.
Los objetivos generales en el tratamiento del ACV estabilizado son:
Nuestros profesionales realizarán una valoración exhaustiva para poder identificar cuáles son las discapacidades y necesidades del paciente. Esta exploración incluye un examen cognitivo, una evaluación de las habilidades funcionales y una valoración del sistema somato sensorial y músculo esquelético. Los datos resultantes de la exploración serán registrados en una historia clínica. Conforme a esta minuciosa valoración, se elaborarán los objetivos específicos para cada paciente de forma individualizada y se establecerán las metas a corto, medio y largo plazo.
Durante el tratamiento, se miden los resultados para comparar la evolución del paciente respecto a la evaluación inicial.
El tratamiento se basará en una serie de técnicas encaminadas a mejorar los déficits ocasionados. Mediante la estimulación, los fisioterapeutas tratamos las diferentes alteraciones del paciente basándonos en el concepto de plasticidad neuronal. La plasticidad neuronal es la capacidad adaptativa del Sistema Nervioso para minimizar los efectos de las lesiones a través de la modificación de su propia organización estructural y funcional.
Algunas de las alteraciones que pueden tener lugar tras un Ictus son:
El proceso de reaprendizaje del movimiento va a tener mejores resultados cuanto menos tiempo haya pasado desde que el paciente lo hacía con normalidad hasta el momento de intervención terapéutica después del infarto, participando la memoria y el aprendizaje por repetición en la formación de nuevas conexiones neuronales. Ello favorece la predisposición del cerebro para la adquisición de nuevas habilidades motoras.
Es muy importante señalar que una evolución favorable no va a depender exclusivamente de las sesiones terapéuticas que reciba el paciente sino de cómo pase las horas restantes del día, incluida la posición en la que duerma durante la noche. Si se adoptan posturas anormales en períodos prolongados, se aumentará el tono muscular y se perderá amplitud articular. Por lo tanto, la reeducación deberá aplicarse 24 horas al día para lograr el éxito del tratamiento.